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Escena:
Un niño contempla un paisaje, toma aire y sopla, su aliento hace sonar una flauta.
¿Qué mira?
Entre la refinería y él se extiende la ciudad, Salamanca; un niño sentado en la cornisa superior del Centro de las Artes de Guanajuato, ahí a la intemperie, día y noche, es testigo del paso del tiempo y la vida. Toma aire -aire de Salamanca- y su aliento hace sonar una flauta.
El niño es un respirador.
El niño es un re-sonador.
El niño es un testigo.
Quizás las abejas comiencen a llevarse la cera hasta sus panales y el muñeco se deshaga en las praderas.
Entrar o salir de un valle y sentir una inquietud intensa o apaciguada. Mirar las colinas o las montañas que lo rodean y atisbar, con los ojos semicerrados, la luz que emerge de la tierra o se esparce en el cielo. Vadear los valles como ovejas. Encontrar caminos entre los árboles y silencios en los susurros. El valle se desprende de la tierra y como una nube flota sobre sí mismo. Entonces, sentimos inquietud: ¿pueden las cosas ser un cuerpo y también una sombra?, ¿podemos contemplar sus deslices y también atestiguar su quietud? La especie humana es heredera de todas las especies, dice Deligny, incluso “de las nubes que emanan”. “Es un revoltijo totalmente disparatado”. ¿Quiénes heredarán los valles?, ¿qué quedará de ellos? Las ovejas pastan entre nubes y otras emanaciones que se dispersan. Tal vez ellas mismas son nubes que caminan y balan. Eso es lo inquietante, que todo pueda ser algo distinto. Incluso donde no haya nada, absolutamente nada, oiremos balar a las ovejas, de vez en cuando. El silencio también será un balido.
aLos evangélicos predicaban sobre un templete, al atardecer, en Salamanca. La plaza estaba vacía, pero en el aire sus voces temblaban con un viento suave y la confianza. A lo lejos resonaba, cada cierto tiempo, la palabra “Dios”, dicha con una voz profunda. Escuchábamos los trenes que pasaban por ahí cerca. De la refinería, el olor y el polvo. En la iglesia la misa parecía oculta y secreta. El mismo dios y los lenguajes del aire. ¿A quién le predicaban si en esa plaza de piedra sólo había algunas parejas ensimismadas, con helados en sus manos?, ¿quién escuchaba sus invocaciones si todo parecía desierto? La prédica no necesita escucha. Si se invocan otras fuerzas, no hay testigos. El tren era una invocación a las energías temblorosas de este mundo. Cada cierto tiempo, se escuchaba su sonido pesado y continuo, como si respondiera a esas voces, secas y curvas, que anunciaban un reino, otro mundo.
bEsa tarde todo parecía sereno: la plaza, la iglesia, la refinería, los trenes, Dios, su Palabra, los transeúntes, el aire opaco, las chimeneas y sus fuegos perpetuos, los predicadores y sus invocaciones otoñales. Era noviembre, pero pudo ser abril o algún mes confuso del estío.
cNecesitamos cuerdas que nos saquen del abismo, dice Donna Haraway (bióloga y filósofa). Su perra se llama Cayanne y ella dice que también escribe. ¿Cuál será la escritura de otros seres que sin lenguaje pudieran describir el mundo? Las palomas del antiguo convento agustino, de color rojo y con puertas de madera, conserjes de estos soliloquios de las piedras y el humo, forman un coro de escribanas, que relata fábulas medievales, tardo-modernas, inquietantes y locuaces. Ellas cantan a las llamaradas de las usinas y al polvo de los trenes. Al tráfago de una ciudad y a las ovejas del valle.
dUn valle inquietante es un lugar donde los humanos conviven con los robots y los muertos. “El principio sostiene que la respuesta emocional de un humano hacia una entidad en apariencia y funcionamiento muy cercana se incrementa positivamente y de forma empática hasta alcanzar un punto en el que la respuesta emocional se vuelve fuertemente repulsiva” (Mori). No soportamos lo que se nos parece y las máquinas han sido expulsadas del Paraíso. Eso lo saben los evangélicos que predican al caer la tarde en Salamanca. Les enrostran a las chimeneas de la refinería su orgullo y la fortaleza de sus materiales. Les advierten que no tendrán lugar en los otros valles, prometidos y lejanos, donde nos aguarda una felicidad desconocida.
eEn el valle hay androides, replicantes, zombis, robots industriales, manos articuladas, peluches, cadáveres, cuerpos sanos.
fNo se mencionan ovejas ni predicadores.
g¿Salamanca es un valle?, ¿Chernobyl, Ventanas, Hiroshima, Nagasaki, Bhopal, Fukushima?
h¿Son ovejas los robots?, ¿balan los androides?, ¿sueñan con ovejas eléctricas?
iA las ovejas que pastan en los valles, ¿les inquietan las máquinas?
jEn Salamanca, al caer la tarde, los predicadores le hablan a la muerte, por unos altavoces, para que nada impidiera que sus cuerpos. Qué nada impida la muerte.
l¿Con qué sueñan las usinas y los trenes?, ¿con los paraísos que les hemos arrebatado?
mNi el más resistente de los metales sobrevivirá al tiempo.
nTome una botella transparente y guarde aire, luego ciérrela.
qEn el fuego de las chimeneas la tierra arde. Los fósiles se transforman en atmósferas. Disolución geológica de la prehistoria y una combustión incesante del tiempo. Petróleo: tiempo. El interior de la tierra y el exterior del mundo. El fuego regurgita las profundidades de un planeta que se desliza. Chimeneas gigantes como dólmenes del futuro. Stonehenge de metal. Prédicas de combustibles subterráneos.
rEn el fuego de las chimeneas la tierra arde. Los fósiles se transforman en atmósferas. Disolución geológica de la prehistoria y una combustión incesante del tiempo. Petróleo: tiempo. El interior de la tierra y el exterior del mundo. El fuego regurgita las profundidades de un planeta que se desliza. Chimeneas gigantes como dólmenes del futuro. Stonehenge de metal. Prédicas de combustibles subterráneos.
r“Una fábrica donde es posible robar piezas de metal y algunos instrumentos. Los trabajadores no son revisados. Pero las puertas de salida son magnéticas. Todo comentario es superfluo”. Eisenstein, Guion para El Capital.
t¿Habrá abejas en Salamanca? Miel eléctrica de los valles. Vuelo sinuoso de los insectos. Un Muñeco gigante que espera el zumbido de las moscas y la muerte milimétrica de las abejas. La Refinería guardará el secreto. Verá todo, pero no dirá nada.
vLas abejas predicarán en torno al Muñeco. Como los evangélicos en la plaza, el Muñeco presenciará la Nada.
wDesde la azotea del Convento, se ven las chimeneas de la Refinería. Como un bosque de metales preciosos y humos que se elevan. Cualquier mirada es indiferente “Sólo si conociéramos podríamos entender” (Brecht). Vemos a lo lejos, como si entre las neblinas químicas y las torres metálicas empezara la inquietud. Las puertas del valle.
xEn la gráfica, el horizonte está a la derecha y las montañas se desplazan desde la izquierda para crear una sensación de movimiento. En la cúspide los cuerpos vivos, en el abismo los cadáveres y los zombis. ¿Por qué la muerte se localiza cerca de la Tierra y la vida en el Cielo? Veremos a dioses que no existen dispersar sus sombras sobre estas coordenadas. “El petróleo se resiste a la estructura en cinco actos” (Brecht).
z“La gráfica de las acciones de las personas se complica mediante acciones fallidas” (Brecht). Teatro Ojo construye un Muñeco y lo abandona en los techos de un Convento, para que el autómata desmesurado vea lo que ellos no pueden advertir: el interior humeante de las cosas y la danza de las abejas. Actos fallidos, como prédicas al silencio de la tarde y la discreta distancia del mundo.
aaEn esta gráfica no hay personas, pero se distribuyen los cuerpos de distintas maneras: cuerpos vivos o muertos; cuerpos biológicos o maquínicos; cuerpos de metal o carne; cuerpos inmortales o caducos. La muerte es la curva. La vida, un punto en la distribución de las variables. El eje vertical se eleva como las chimeneas; el horizontal se extiende como la Tierra. Las abejas vuelan a través del espacio sideral que ambos cobijan. El Muñeco estará escondido. Las moscas vuelan desde abajo −la muerte− hacia arriba. Los cuerpos sanos estarán rodeados de abejas y moscas.
bbPequeño oratorio a los desiertos.
ccMe pregunto si las moscas y las abejas serán las nodrizas balbuceantes del Muñeco.
dd“Estaba predestinado a mi labor: desde mi más pequeña infancia siempre he tenido alguna red que tramar.” (Deligny)
ee“Ptonia Melissa, Señora de las Abejas, ataviada con ofrendas zumbadoras, aguijoneadoras y melosas” (Haraway, 91)
ffSeñora de las Abejas: Zumba en torno al Muñeco de Cera, Trae una multitud de tus hijas Que hagan la miel más dulce En el lugar más amargo
hhLas abejas no vuelan, excavan. Sus panales son abismos profundos, rocas encalladas, cuevas secretas.
iiEl Muñeco será la flor más dulce/Un jardín para seres que vuelan//Una colmena desterrada/Un duelo zigzagueante///Quien no vuele como las abejas/Nunca sabrá lo que es la dulzura////El Muñeco resucitará después de 3 días/Pero no sabemos dónde/Nadie será testigo de su regreso/Las abejas lo estarán esperando para empezar de nuevo/A polinizar la muerte/La única vegetación de estos parajes///La única colmena.
jjSeñora, ¡excúsanos! No sabemos criar abejas. Construimos muñecos para ofrecer sacrificios a gestos inexistentes. Para ver (ver) la disolución de la cera (cera), un atardecer apaciguado de las pasiones. Intentaremos volar. Algunos solo zumbaran, en silencio (silencio).
llEl Convento fue dos veces cárcel (durante el Porfiriato, en tiempos más recientes), arena de lucha libre, escuela, sede sindical, cuartel de bomberos. Pero nunca ha sido panal, aunque lo desea.
ooEl Muñeco es un Caballo de Troya y su interior está repleto de abejas, que invadirán la ciudad y los campos y transfigurarán la Refinería en un gigantesco panal de metal y niebla. Como los viejos animales de Chernobyl, entre la hierba crecida de los jardines, el Lobo yacerá junto al Cordero. No será el Paraíso, pero estaremos contentos, atrapados por una felicidad pasajera. Desde la azotea del Convento se ven las chimeneas de la Refinería como faros que guían a una oscuridad más profunda, en estos mares secos y la ciega resistencia de las rocas. También se escucha el tren y la voz de los predicadores en esa plaza de piedra, en estos desiertos y sus cobijos.
ppEl Caballo era un regalo y también la derrota.
qqEl Muñeco será una Esfinge que/ desde lo alto de una azotea/ pregunte a los transeúntes: ¿qué sucederá mañana cuando los animales despierten sumergidos en electrodos y otras formas de resurrección a la carta?, ¿dónde está Edipo, tan fiel a su deseo como a su desgracia?, ¿alguien en Salamanca puede hablarme del Cristo Negro y sus agonías?, ¿es la oscuridad tan sagrada como la claridad del día?
rrTroya: ¿dónde están los muñecos? Salamanca: ¿qué habrá sido de los caballos?
ss“En 1900, Antonio empezó a trabajar con un fotógrafo alemán, Juan Kurt (J. C. Curd) en Pátzcuaro; Juan se unió a él tres años después. Hacían teatro además de fotografía; fundaron una compañía familiar de la farándula con otro hermano, Luis, y viajaron por varios estados del centro del país (...) parece que tomaron varias escenas de la toma de León, Guanajuato” (Mraz, 172).
ttPan y circo/fotos y actores/teatro y abejas/soliloquios/el viento del invierno/sonidos de cosas que no existen/fotógrafos, Pátzcuaro/invasión extraterrestre (en espera)/Cristo nos habla al oído/¿quiénes tomaron León?/¿quiénes abandonaron la ciudad como se huye de la muerte?/compañía familiar/teatro además de fotografía/¿hay alguna diferencia/fotografía además de teatro/¿hay alguna diferencia?/todo queda en familia: teatro, fotografía y muerte/Cristo nos dice: “huyan”/¿Quiénes tomaron León entre el polvo y el clamor de las ventiscas?
uu¿Qué es el negro?
vv“Cuadrado negro sobre fondo blanco” (Kasimir Malevich)
xxLa última pintura del siglo. Después, un silencio monocromo. Los rollos del Mar Muerto. Interpretaciones pendientes del Torá. Un cuadro escueto y una visión solar. Negro sobrenegro sobrenegro sobrenegro. El blanco es el infinito que sostiene una oscuridad absoluta. ¿O el negro sostiene el blanco al dispersarse en la luz? Si usted trata de girar el cuadro se dará cuenta de que no hay arribaniabajo y que todo es un círculo en espera de que lo roten. Negronoche, negropetróleo, negrooscuridad, negrocristo, negroespaciosideral. No hables de la ausencia de color, mejor di que nada se puede entender sin el contraste entre las superficies comprensibles de la realidad y las formas inesperadas de la sorpresa. Este cuadro calla. El blanco es blanco/el negro es negro.
yyA los sacerdotes aztecas los pintaban de negro al amanecer. Todo el cuerpo en el templo, unos niños.
zzCristo camino a Salamanca oscureció su cuerpo para que no lo encontraran sus perseguidores. Se difuminó en la noche, oculto para esos ojos. ¿Dios se puede ocultar o siempre se ve a sí mismo? Cristo Negro.
aaaEl que agoniza, muere. El que muere, tal vez resucite. Pero en ese orden: 1, 2, 3. Hay muertes sin agonías, pero no resurrecciones sin muerte. Existen agonías largas y otras cortas. Existen muertes repentinas. ¿Habrá resurrecciones sorpresivas e inesperadas?
bbbUn Cristo Negro sumergido en la Oscuridad de la Noche. Oculto para los ojos ciegos de sus captores.
cccEn la noche, arañas y el canto de grillos y cigarras. Mosquitos y otros animales nocturnos.
dddEn Salamanca perdí la conciencia y desperté a las horas, adolorido y desconcertado. En una convulsión todo es negro, pero Cristo no aparece. Negro el interior del cuerpo y negra la repentina lucidez. Negro sobrenegro sobrenegro sobrenegro. Como un cuadro de Malevich que se derramara sobre nuestros cuerpos, en los templos, al amanecer, sobre nuestros cuerpos. Nunca encontré nada: ni dioses, ni fulgor, ni piedras. Luz y luego negro, como el cuadro de Malevich.
eeeLas llamas de las Chimeneas son fogatas que gigantes friolentos encendieron por la noche.
fff“El comienzo del terror no es el atentado concreto llevado a cabo desde uno de los lados, sino más bien la voluntad y la disposición de los partners en conflicto a operar en un campo de batalla amplificado.” (Sloterdijk)
gggToda propiedad es privada y está circundada de muros.
hhhLos cielos parecen abiertos.
iiiTodo tiene un dueño. “No pasar”.
kkk“Los seres humanos quemadores de fósiles parecen decididos a hacer todos los fósiles que sea posible, tan rápidamente como sea posible.” (Haraway, 81)
mmmEntre un basural, se ve el humo de las chimeneas. Los cielos parecen abiertos. Las advertencias están escritas en las paredes, Lascaux de otras prehistorias, geologías de estos valles cuyas tierras no han sido excavadas porque ni la roca tampoco las piedras, ni los minerales, el agua subterránea. El humo se observa a lo lejos y los alambres de púa y otras vallas, las fosas y estas trincheras. La basura entre las malezas como si brotara de la tierra, un árbol a mano derecha, el agua de la lluvia en el camino. Las nubes.
nnn“Todo se ha disuelto, sólo han resistido los misterios” (Elio Arístides).
oooLas vallas son obstáculos. Las bayas son frutos. Una letra curva y otra hundida, eso es la diferencia entre el placer de las dulces bayas del campo y los trazos de las vallas del mundo. VallaBaya, Bayavalla: suenan igual, pero significan algo distinto. Las murallas y los alimentos. El aire encerrado de las propiedades y la dulzura expuesta de los arbustos.
pppDe las voces también se eleva un humo lleno de saliva. De las profundidades de la garganta, chimeneas de palabras y silencio.
qqqJerusalem en las praderas, sin Templo y sin cruces, por donde corre el Judas que será sacrificado, entre la furia y el gozo. Un Judas Negro y un Cristo Negro. Cristo de noche se cubrió de gloria, Judas de día, traición y culpa. Como un cuadro de Malevich, negro sobre negro. Dimisión de la luz.
rrrLas voces subieron como el humo de chimeneas hasta el cielo. En algún lugar se encontraron con la dirección del viento. Las hojas a medio pudrirse del río. Dispersión del aire, signos del zodiaco y verbenas entre los juncos. Los peces nadan en ríos de ultratumba, como Judas del lodo y los desechos.
sssNo se puede traicionar al aire, ni entregar por tres monedas lo que no nos pertenece. Todo es propiedad privada, rodeado de vallas y otras zanjas.
tttViene al caso recordar los corderos que balan en los valles. Viene al caso, recordar la extrañeza y la inquietud. Los androides y el pulso de las manos articuladas. El Muñeco y sus abejas. El zumbido de los trenes, que desaparecen en colmenas de hierro.
uuuEn el ex Convento, un coro de niños. Sonidos secuenciales: inspiración y expiración. Un verbo para los pulmones y la garganta, que sopla aquello que nunca podríamos decir. Los niños juegan con al aire, salen corriendo entre la brisa y otras manifestaciones del viento. Tocan las flautas y llaman a los espíritus, entre muros y puertas, entre palmeras y palomas impenitentes. El agua cristalina que sale de las llaves y que corre entre las manos, aire transparente que se disipa en el cielo, las golondrinas y también abejorros. Coros de otras especies, cantos de vidas invisibles. Oratorios terrestres y alegría solar de los infantes.
vvvUn día el cielo se cubrió de negro en Salamanca y la gente se ocultó en sus casas temiendo al aire que los perseguía. En agosto de 1915 empezó la guerra química, cuando las tropas alemanas abrieron miles de frascos y esparcieron una sustancia verde que llegó con el viento hasta las tropas francesas, apostadas en sus trincheras. Ese día nacieron las atmósferas, cuando esos soldados no pudieron respirar. El verde de los químicos se parecía al verde de los prados. El cielo de Salamanca se oscureció y la ciudad descubrió las turbias atmóferas del plástico. Un ejambre de líquidos y partículas, nacido de una colmena aciaga. Los pulmones como abismos. Las narices tapadas. La boca seca. Síntomas de que estamos vivos, pero en peligro.
wwwTodo es propiedad privada, incluso la muerte.
xxxAbandonar la ciudad no es posible. ¿Dónde iríamos? Imaginen otros lugares. Otros Cristos y otras Abejas. Otras negruras. Cada quien encontrará su encierro y su ceguera. El pulso y el ritmo del corazón. El aire, simulacros de lo abierto. No nos podemos marchar: ¿dónde iríamos?, ¿a paraísos sin máquinas ni humo?, ¿a valles sin ovejas ni balidos?, ¿a un lugar sin grietas y sin misterios? Cada quien encontrará su encierro y el encanto de los ríos, la turbiedad del aire. La ciudad es una imagen interior, un sueño parsimonioso, una agonía. ¿Dónde iríamos?, ¿a las colmenas abandonadas de las abejas?, ¿al fuego de las chimeneas?, ¿a las orillas del río?
yyyMire, éste es el aire de París
zzzQue Duchamp, Marcel, llevó a Nueva York, para venderlo
bbbbDice: “Air de Paris”, en el francés gótico de los mecenas y los vagabundos.
ccccAire envasado. Humo envasado. Dolor envasado. Ríos, corrientes y ventiscas envasadas. Angustia y alegría. Aire de París. Canto de pájaros, zumbido de abejas. Flautas. Salamanca envasada. Refinería envasada. La Palabra de Dios envasada. Babilonia y Salamanca. Primeras ciudades de Mesoamérica y trenes de Guanajuato. Muñeco envasado, sin aire. Negro envasado y luz transparente de las botellas y los envases. Cristal y geometría. Ceguera. Agonías envasadas al mejor postor. Duchamp envasado, pálido y entumecido. Arte contemporáneo. Teatro. Readymade. Ardor y chimeneas.
ddddTezcatlipoca es un espejo humeante y está vinculado con el aire. Pero, por otro lado, lo que nos llevó al muñeco autómata es la imagen de un mancebo que era elegido, en tiempo de Tenochtitlan, para convertirse en Tezcatlipoca. Tezcatlipoca es un espejo humeante, aire. Muñeco autómata/imagen de un mancebo/elegido en tiempo de Tenochtitlan para convertirse en Tezcatlipoca. ¿Cómo se convierte un dios en sí mismo si lo que le entregamos es el cuerpo del otro? Dislexia y miopía, artritis y cefalea.
eeeeEspejos que no reflejarán nada. Imagen perdida en la oscuridad del reflejo. Espejos mudos y dioses sordos. Espejos humeantes como chimeneas. ¿Quién se convertirá en el dios?, ¿qué palabras dirá el mancebo?, ¿cuáles negruras amargarán la epifanía y el reflejo? En este espejo solo veremos la noche. Espejohumeante. Autómatas/Tezcatlipoca. Salamanca/Tenochtitlán. Muñeco/mancebo. Teatro Ojo/Espejo humeante.
ffffEstamos en septiembre y pronto llegará el otoño.
ggggSalamanca: agonía humeante y autómatas.
hhhhJudas negro. Vieja esclavitud y serpientes. Historia y geología. Fiestas de Semana Santa.
iiiiMETODO Y APARATO PARA CONTROLAR LA PRODUCCION DE NEGRO DE HUMO. EL METODO COMPRENDE MEDIR A INTERVALOS ESPACIADOS AL MENOS UNA VARIABLE DE ENTRADA USADA EN LA PRODUCCION DEL NEGRO DE HUMO; EMPLEAR AL MENOS UN ALGORITMO PARA PREDECIR A INTERVALOS ESPACIADOS AL MENOS UNA VARIABLE DE SALIDA DEL NEGRO DE HUMO USANDO LA VARIABLE DE ENTRADA MEDIDA DURANTE EL INTERVALO ESPACIADO; DETERMINAR, EN INTERVALOS PROMEDIOS ESPACIADOS, UN VALOR MEDIO DE AL MENOS UNA VARIABLE DE SALIDA PREVISTA; Y AJUSTAR, EN INTERVALOS ESPACIADOS, AL MENOS UNA DE LAS VARIABLES DE ENTRADA. EL APARATO COMPRENDE MEDIOS DE MEDICION, DE COMPUTO Y DE AJUSTE PARA LLEVAR A CABO LAS ETAPAS ANTERIORES
jjjjEspejos humeantes:
• Tezcatlipoca
• Mancebos
• Algoritmos
• Ovejas
• Variables
• Tenochtitlan
• Epifanías
• Balidos
• Negromex
• Cielos oscuros
• Hule
negrosobrenegrosobrenegrosobrenegrosobrenegrosobrenegro
mmmmEl coro de niños toca flautas de plástico. La música acompaña a los trenes. El Muñeco escuchará sus cantos. Las abejas. La voz de Dios en la plaza: el aire de los niños. Flautas y espejos. Dioses y melodías. Usted no escuchará nada, porque esto es de otro mundo.
nnnnMaximiliano enferma en Salamanca y es curado con sanguijuelas. Vuelve a enfermar en una ciudad cercana, pero las sanguijuelas locales no lo sanan. Mandan a pedir algunas a Salamanca. El emperador se recupera. Sus súbditos están felices por los resultados. Confían en su aire imperial y en la eficacia de esos insectos oscuros. La sangre.
ooooHay tantos tonos de negro, como un degradé de la oscuridad en tantos tonos de negro, negrocristo, negrojudas, negromex, negromaximiliano, negronegronegro. Negro marfil, negro humo, gris de Payne.
ppppEl color es un misterio. La ausencia de color es un misterio. El misterio es un color.
rrrrEl negro es propiedad privada: no pasar.
ssssEn Salamanca usted puede comprar pequeños nacimientos de colores difusos y rostros deslumbrados. Entre los animales, encontrará ovejas. Reyes del Oriente. Sándalo y otras especias. Nabucodonosor, soberanos malditos. Pesebres de porcelana. Las ovejas se acercan al Niño por la claridad de su rostro. Así se reconoce a un Dios agazapado, como a Cristo en la oscuridad de la noche. Lo más profundo, nunca deja de brillar.
ttttEl cuerpo de los mancebos ya era un espejo, oscuridad de la carne y de la muerte. El dios se asomaba para ver su rostro humeante en un cuerpo cubierto de negro. Y no veía nada, ni siquiera él podía traspasar la obscuridad del reflejo.
uuuuPetardos y trompetas Vendedores y carros
Voces interiores y gritos
Risas y también la angustia
Una ciudad, las ruinas y sus sombras
Seres y lenguajes
Calles y diagramas
Vidas
Dioses y hechizos
Oscuridad repentina y claridad
Petróleo hule miel
Trenes y palomas
A veces, la gloria
Plazas de piedra
El aire de las azoteas
El humo y el viento
Abejas
Abejas
Salamanca Salamanca Salamanca Salamanca
Niños corriendo bajo la sombra de los árboles
Luz del mediodía
Puestos de helados
Bardas frutos hierba
Diagramas episcopales y documentos secretos
Charcos y esas nubes, estas nubes
Otros charcos
Caminos de tierra
Dólmenes Máscaras Chimeneas
Muñecos de cera
Abejas de cristal
Vientos de plástico
Valles y ovejas
Balidos
Dios
Zumbido de abejas
Troya Troya Troya
Tan triste tu derrota
Hermoso Caballo de madera
Tan bello regalo y su vientre de muerte
Agonías de Cristos ocultos
Resplandor de la noche
Luminosidad sagrada del negro
Siglo XX
Años ‘50, Refinería
Planes sexenales y procesiones de Semana Santa
Convulsiones
Palomas
Conventos
Emperadores
Teatro y la guerra
Pequeños milagros
Sueños
Aire de París
Siluetas renacentistas
Nubes químicas
Seres de aire
Tristezas y atmósferas
Automóviles
Petróleos y otros fósiles
Dinosaurios y cometas
Alcantarillas y servicios eléctricos
Robots y sanguijuelas
Trenes trenes trenes
Chimeneas y otros altares
Modernidad desarrollo riquezas
Mercancía estiércol y charcos
Propiedad privada
Traición y gozo
Valles
Ovejas
Negrosobrenegrosobrenegrosobrenegrosobrenegrosobre
negrosobrenegrosobrenegrosobrenegrsobrenegrosobren
egrosobrenegrosobrenegro negronegronegronegronegro
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SONIDOS CON LA PUNTA DE LA LENGUA
ENTRE LOS DIENTES, AIRE
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Señora de las Abejas: abre la puerta de las colmenas, te llevaremos miel en cántaros, iremos zumbando como tus hijas, a pie entre los álamos, bajo la sombra de las chimeneas, cargando dulzura, bayas del campo, luz de la tarde, flautas mágicas, helados, convulsiones, la cera derretida de los muñecos. Como abejas, a pie entre los charcos. Seres de aire. Seres zumbantes. Señora: la miel la tomamos de tus hijas, pero se la devolveremos en días venideros. Todo es propiedad privada. Vallas y alambres. No pasar. Cuidado con los charcos. Espejos humeantes.
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